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La Pola de Gordón

Buiza

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Localización.

Separan esta localidad de Buiza de la capital municipal unos 6 km. y sus lindes están establecidos al N. y NO. por los términos de Folledo y Villasimpliz, por el S. con los de Cabornera y Beberino, por el E. con los de La Vid, Santa Lucia y Vega y por el O. con los Cabornera y Folledo. Su altura sobre el nivel del mar es de unos 1130 metros, con un desnivel, dentro de la propia población, de unos 30 metros entre la parte más baja y llana, al sur, y la más alta y empinada, al norte.

Historia.

El pueblo de Buiza aparece documentado desde el año 1188, y ya es citado con anterioridad en el año 1036 en el testamento otorgado por Fernando I, en el cual se otorga esta localidad a la iglesia ovetense. La presencia de la “calzada romana” en la localidad que se testimonia con los escasos y deteriorados restos existentes en las inmediaciones de la Collada de San Antón, al igual que la existencia a un cuarto de kilómetro del alto de la collada de San Antón, bajando hacía Villasimpliz de un “miliario anapigráfico” tallado toscamente en forma cilíndrica, que bien pudiera ser romano, son elementos que posibilitan la tesis de un asentamiento más remoto.
Fue esta ruta, durante siglos el principal paso con Asturias contribuyendo claramente, por este motivo, a la presencia del toponimo de esta población en las fuentes documentales. Rehizo el Obispo de Oviedo, Fray Diego de Muros, en la primera mitad del siglo XVI, la calzada y podemos decir que Buiza fue parada obligada en el paso en un sentido u otro como así lo testifica en sus Diarios Gaspar Melchor de Jovellanos a finales del s. XVIII quien pernoctó en esta localidad, denostando la gran subida a la Collada de San Antón, en cuyo alto existió un monasterio u hospedería.
En esta localidad nos encontramos con cuatro escudos de armas, que están situados en otras tantas construcciones; desde ellas sus moradores desarrollan su proyección histórica y humana entre los muchos ilustres, entre los que citamos a Francisco Martínez Espinosa, natural de la localidad, quien presenta las pruebas de ingreso en la Orden de los Caballeros de Santiago en el año de 1657.
Respecto a las casas que están blasonadas, la primera de ellas se encuentra a la misma entrada del pueblo, a la mano izquierda, una casa de una sola planta que tiene incrustado el escudo que describimos seguidamente. El escudo de esta construcción no se atiene a las normas heráldicas en su totalidad, así el campo no es posible identificarlo con ninguno de los establecidos en la parte general. En un único bloque pétreo aparece tan solo el campo del escudo y parte de los lambrequines, si bien no aparece el timbre, ni se conoce. El campo no es el clásico español, su forma es desigual y en él se observa un cuarteado en cruz, que nos viene dado por el dibujo de la cruz de la Orden de Calatrava. Cuatro son sus alianzas ya que todos los cuarteles aparecen con figuras desiguales. En el primer cuartel, trae una cruz tipo paté, y a sus lados seis tortillos, colocados tres a cada lado, uno en la parte del jefe y dos a la parte de la punta. En el segundo, en la parte del jefe, trae un águila explayada, es decir con las alas extendidas y representada con dos cabezas, y bajo ella la presencia de los leones simétricos y opuestos, en posición pasantes. En el tercero, que se encuentra partido a su vez; en la primera partición trae un águila mirando a la siniestra del escudo; en segunda partición en la parte del jefe una estrella de seis puntas y bajo ella tercias, es decir fajas disminuidas a un sexto de su ancho ordinario, que se colocan en el escudo repitiéndose tres veces. En el cuarto trae la figura de una cara (femenina) redondeada que ocupa la totalidad del cuartel. Sus lambrequines son de gran sencillez y se reduce a finas telas retorcidas. Bajo él aparece otra piedra, colocada horizontal, en la que se observa una leyenda con un anagramado en letra uncial en la que se lee: “ESTAS ARMAS Y BLASON DE LOS ALFONSO VILLAFAÑE SON”. Corresponden estas armas a los "ALFONSO VILLAFAÑE".
Otra piedra armera con el mismo escudo de armas y datada en 1796 para la que sirve la descripción anterior en su totalidad salvo que esta labre lleva un timbre de singulares características también con leyenda en la que además de la fecha se añade: AVE MARIA PURISIMA recolocada ya que pudiera ser originariamente un dintel de una entrada.
El tercero de los escudos de armas está situado en el centro de la localidad, a la altura de la "plazoleta", y la casa que lo alberga está actualmente dedicada a cantina. La construcción es de dos plantas y la labra se coloca sobre la puerta principal de entrada, en la segunda planta o piso. Escudo de armas: Este escudo heráldico, en lo que respecta a su realización, hemos de indicar que se confecciona en un único bloque pétreo. Con respecto a su estado de conservación, vemos que está bastante deteriorado, ya en el momento que estuvimos viéndolo, se hacía la lectura de los distintos cuarteles con grandes dificultades, sin duda por la falta de claridad en sus detalles, debido al deterioro de la piedra. Campo: Sus características son ovaladas y se encuentra cuarteado en cruz, y en él se dan cita cuatro alianzas. Primer cuartel: Trae un ajedrezado de escaques con veros. Corresponden estas armas a los "Quiñones". Segundo: Está ocupado por un brazo que empuña una espada cuya punta se dirige a la siniestra por encontrarse esgrimida y el brazo diestrado por contraposición. Tercer: Está partido a su vez, en la primera partición una torre almenada, y en segunda partición, en la parte superior, una flor de lis y bajo ella un armiño. Cuarto: Trae una torre con un homenaje almenado en la primera partición y en la segunda una cruz de paté. Timbra este campo yelmo de hidalgo sin jurisdicción por estar totalmente diestrado, su visera se encuentra cerrada por rejilla y por airón lleva un penacho de plumas. Lambrequines: Todo el adorno rocal que lleva este escudo es una sencilla cartela con filacterias retorcidas.
El cuarto y ultimo escudo que hemos encontrado en las fachadas de las casas de este pueblo está situado en una construcción que se encuentra ya saliendo del mismo hacia el de Folledo. Escudo de armas: Está pegado a una casa moderna, en la que se hace un hueco en su impecable revoque blanco para colocar la labra heráldica y una piedra anagramada que se ve inmediatamente bajo él. Campo: Es el clásico español, cuadrilongo y con la punta redondeada, esta cuarteado en cruz y se repitan los cuarteles dos a dos, primero y cuarto y segundo y tercero. Primer y cuarto cuartel: Trae en él un castillo donjonado. Segundo y tercero: Está ocupado por un león rampante que está diestrado, coronado y lenguado. Timbre: Timbra el campo un yelmo de hidalgo, diestrado, y de la cogotera porta un penacho del que sala un manojo de plumas. Lambrequines: Los adornos de estilo rocal son austeros a modo de cartela con filacterias retorcidas. Leyenda: Bajo el escudo de armas, en una piedra cuadrada, que está anagramada con una inscripción en letra uncial en la que se lee el siguiente texto: “ESTAS ARMAS Y BLASON DE LOS ALVAREZ QUIÑONES SON”. Corresponden estas armas a los "Álvarez Quiñones".
Buiza disponía según Madoz, a mediados del s. XIX de iglesia parroquial que dedican a san Juan de Buiza, y dos ermitas, propiedad del vecindario. En el s. XX, sobre el solar de su iglesia se erige una de nueva planta con una nave de cinco tramos y cabecera más estrecha con un tramo recto y ábside. La nave lleva contrafuertes exteriores y su puerta de acceso abre a los pies junto con la torre del campanario, de tres cuerpos, dando todo al sur. El conjunto se realiza al gusto del estilo neoromántico y parece ser del arquitecto Torbado advocada, ahora, a los santos Justo y Pastor. Sin embargo, la patrona secular de Buiza, debido a la devoción que por ella sienten sus paisanos, es la Virgen del Valle, cuyo culto está profundamente arraigado. Y la ermita que la cobija es una construcción del siglo XVI y posteriores, cuyo estilo más relevante es el renacentista apareciendo también elementos barrocos. La construcción, de una nave dividida en tres tramos lleva cabecera con cúpula del s. XVII y arco toral, un tramo con cañón algo apuntado, un arco perpiaño y un tramo techado; el pórtico y la puerta de acceso aparece a los pies y sobre ella una hermosa espadaña de sillería que alberga una única campana. Lleva contrafuertes en los arcos y aleros con paso de paloma. Es tradicional en la festividad de Nuestra Señora, los 15 de agosto, que al mediodía una procesión recorra el trayecto que va desde el pueblo hasta la ermita, situada a la entrada de la localidad a poco más de un kilómetro del pueblo.

Personaje.

José Díez García,, profesor de filosofía, nacido en Buiza de Gordón (León) el 11 de septiembre de 1915. Realizó los estudios del Magisterio, y ejerciendo como Maestro Nacional culminó la Licenciatura en la sección de Filosofía de la Facultad de Filosofía y Letras. El 1º de diciembre de 1944 se incorpora, como Catedrático de Filosofía, al Cuerpo de Catedráticos Numerarios de Institutos Nacionales de Enseñanza Media de España, desempeñando su cometido como funcionario en el Instituto «Aguilar y Eslava» de Cabra (Córdoba). Fue Concejal del Ayuntamiento de Cabra y colaborador habitual de los periódicos locales El Popular y La Opinión.

Texto: Don Pío Cimadevilla Sánchez