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Santa Lucía

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Localización.

Separan la localidad de Santa Lucía de la capital del Concejo unos 5 km. y sus lindes están establecidos al N. con Ciñera, por el S. con los de La Pola y Vega, por el E. con los de Llombera y por el O. con los de Vega. Su altura sobre el nivel del mar es de unos 1060 metros, pero dentro de la propia población pueden superarse otros cien metros a mayores en altura, desnivel entre el cuenco –parte más baja– donde se ubica el centro urbano, y el barrio de San Roque, al oeste, posiblemente la parte más alta y empinada de la localidad.

Historia.

El que este asentamiento adquiera relevancia en un exiguo valle, lugar de imposible planeamiento urbanístico, ya que el encajonado que producen las inmediatas peñas que conforman esta hoz no se amedrentan a expresar sin rubor en ocasiones sus terminaciones en el cuenco despojadas de sus faldas y se dejan caer cortadas mostrando sus vertiginosos lisos como es el caso de la peña del Castro. Este agrupamiento urbano podría deberse a la confluencia paulatina de pobladores de otros caseríos o pequeñas entidades de población próximas, ahora desaparecidas, y que posiblemente encuentran en esta ubicación de Santa Lucia una mayor benignidad climática o una mayor proximidad al Bernesga en comparación con la que disfrutaban.
De los caseríos o pequeñas localidades, hoy despobladas, que contribuyen con su desaparición al asentamiento definitivo de Santa Lucía se pueden citar la de “Faya Abajo” que estaba limitando con Vega, la de “Faya de Arriba” que lo hacia con Llombera, o la de “San Juan de la Casa” , así como el caserío conocido por “San Miguel”, donde se hallaba una ermita, todo próximo al actual cementerio.
Pero el gran auge y apogeo que experimenta la población se produce a partir del último cuarto del siglo XIX. De los fundamentos que debieron de ser decisivos, caben destacarse las comunicaciones, primero el trazado de la carretera nacional y más tarde, la construcción del ferrocarril al igual que la existencia de minas de carbón en explotación ya desde el año 1874. Son posiblemente estos tres factores los que han tenido, tienen y posiblemente tendrán una consideración fundamental para el desarrollo poblacional de Santa Lucía.
Santa Lucía es un pueblo que mira a la minería y donde ésta más se ha dejado sentir sobre su desarrollo urbano. Es en la historia más reciente, considerando como tal el último siglo y medio, donde resulta fácil comparar esta evolución poblacional si tomamos como base lo dicho por Pascual Madoz en su “Diccionario Geográfico”, publicado en 1850, en ella describe los caracteres básicos de nuestra población, y nos indica que la estructura urbana esta compuesta por ”26 casas; escuela de primeras letras; iglesia parroquial a la advocación de santa Lucía y servida por un cura de ingreso y patronato laical; una ermita propiedad del vecindario, con un total de unas 90 almas”.
Comparando lo dicho por Madoz con el “Censo de Población de 1991”, las cifras son evidentes refiriéndose a la estructura urbana, aw dice que está constituida por la agrupación de 511 viviendas, y contamos con una población de derecho de 1.146 almas, datos que denotan a la vez una deflación sobre las cifras que son claramente negativas en comparación con las mismas fuentes del año 1973 donde su población era superior.
Los valores tradicionales siempre son susceptibles de conservarse en si mismos, ya que determinan una forma concreta de ser y sentir, que pueden acabar traduciéndose en una peculiaridad o tal vez concretándose en una muestra de identidad, o simplemente en un hecho diferencial.
De entre aquellos valores que Santa Lucía aporta a todo el Concejo, cabe destacar, entre otros, la celebración de la Semana Santa, la única que se realizara durante mucho tiempo desde la ciudad de León a Asturias y cuya tradición se remonta a la década de los años mil novecientos cincuenta, sus procesiones son patrocinadas por dos cofradías, la “Hermandad del Santísimo Cristo de la Victoria” y la “Cofradía del Encuentro de la Pasión”.
Sus procesiones no son en ningún caso una simple manifestación pública para recreo y complacencia, sino que en ellas predomina, y es claramente observable, su contenido íntegramente religioso, siendo los actos litúrgicos y procesionales por excelencia el punto central de la conmemoración de los actos que se realizan durante el tiempo que va desde el domingo de Ramos hasta el domingo de Resurrección en las recoletas calles de esta localidad.

Texto: Don Pío Cimadevilla Sánchez.