La ermita de San Lorenzo, envuelta en leyendas y misterios, nos invita a un viaje fascinante a través del tiempo. Este antiguo santuario, con raíces que se hunden en la historia medieval, continúa capturando la imaginación de todos aquellos que lo visitan.
El Sarcófago Medieval y la Leyenda del Dragón:
En el corazón de la ermita yace un sarcófago del siglo X, vacío pero cargado de historias. La leyenda del "culebro de la Gotera", un dragón que exigía sacrificios y fue engañado por San Lorenzo, agrega un matiz místico al lugar. Esta historia, recogida por Pedro Zúñiga de Avellaneda en 1580, sugiere que la ermita fue construida sobre los restos del dragón, con el sarcófago de San Vicente y San Pelayo en su interior.
Huella de Historia y Misterio:
En el camino hacia la ermita, se encuentran huellas en forma de herradura, presuntamente dejadas por la mula que llevó a San Lorenzo. Estas marcas, citadas desde el siglo XVI, podrían ser petroglifos de la Edad del Hierro, teoriza David Gustavo López, lo que añade una capa más de enigma al lugar.
El Ara de Reburro:
Adosado al sarcófago se halla el ara astur dedicada a los dioses Queunuros, evidencia de la adoración pagana preexistente. Este altar, con una inscripción del siglo II, refleja la continuidad del culto a deidades menores a lo largo de los siglos.
La ermita de San Lorenzo no es solo un lugar de culto histórico, sino un crisol de leyendas y realidades que se entrelazan, ofreciendo a sus visitantes una experiencia única donde la historia y la mitología cobran vida.