Duración: 3 h. 30m.
Dificultad: Media
Desnivel neto: 243 m.
Distancia: 10 km.
La historia te invita a caminar por sus senderos en la ruta que comienza en La Vid, donde un lavadero antiguo, restaurado y en uso, marca el inicio de un viaje a través del tiempo. Aquí, entre documentos antiguos y caminos históricos, puedes sentir la resonancia de los pasos de incontables peregrinos que una vez cruzaron estas tierras hacia Santiago.
Esta senda te lleva por el Camino Real, un eco de la ruta de peregrinaje que atravesaba Buiza, Villasimpliz y La Vid, senderos casi olvidados que fueron transitados por miles de almas en busca de espiritualidad. El trayecto es una cápsula del tiempo, ocultando secretos y narraciones entre las sombras de las montañas.
Alto en la vía empedrada del Bernesga, se encuentra la Ermita de San Lorenzo, custodiada por antiguas leyendas que susurran historias a través del viento. Este es un lugar para detenerse, para sentir la historia que permea estas piedras silenciosas.
Con cada descenso hacia Villasimpliz, te adentras más en un pasado que comenzó en la época romana. Observa con atención y podrás descubrir vestigios de la calzada romana, reliquias de un tiempo donde la historia fue escrita en la tierra misma.
Al dejar Villasimpliz, la ruta te guía hacia la collada y, luego, en un sereno descenso, llegas a Buiza, un testigo silente de eras pasadas. Los romanos dejaron aquí su impronta con la construcción de una calzada que unía León con Asturias, convirtiendo a Buiza en un cruce vital de rutas comerciales y parte del Camino de Santiago del norte.
Los ecos de la historia se hacen más fuertes al pensar en la hospedería o convento que una vez ofreció refugio a peregrinos y viajeros. Imagina las historias que estas piedras podrían contar, los encuentros fortuitos y las despedidas silenciosas que tuvieron lugar en este cruce de caminos.
La ruta por La Vid es más que un sendero: es un puente hacia el pasado, una invitación a conectar con las historias que formaron nuestras tierras. Mientras caminas, deja que los susurros de la historia te acompañen y guíen tus pasos por este camino de herencia y memoria.