Un refugio de biodiversidad y belleza natural se extiende entre las montañas leonesas: la Reserva de la Biosfera Alto Bernesga, un paisaje donde la historia y la naturaleza se fusionan. Desde su proclamación el 29 de junio de 2005, esta área protegida ha sido un testimonio de la coexistencia armoniosa entre el hombre y el medio ambiente.
Conformada por los municipios de La Pola de Gordón y Villamanín, la Reserva se asienta en la vertiente leonesa del macizo de la Cordillera Cantábrica, a un viaje breve desde la capital de León. Aquí, las tradiciones y la vida rural perviven en un conjunto de 36 pintorescos pueblos anclados en el tiempo y rodeados de un escenario natural imponente.
La Reserva, abarcando más de 33.000 hectáreas de terreno, está flanqueada por notables vecinos como Asturias y varios municipios de León, y es atravesada por el vigoroso Río Bernesga, que da vida a los valles y aporta a la diversidad de la región. Las aguas del río, que han moldeado este terreno durante millones de años, son tan parte de la historia como los pueblos que salpican la Reserva.
Con zonas núcleo, tampón y de transición claramente definidas, Alto Bernesga no solo es un santuario para la fauna y la flora sino también un lugar de encuentro para quienes buscan aprender y experimentar la conservación en acción. Este lugar es una invitación abierta a sumergirse en un entorno que respira vida y tranquilidad, a explorar senderos que serpentean a través de bosques y montañas, y a descubrir los secretos de un ecosistema único en el mundo.
Ven y déjate envolver por la majestuosidad de la Reserva de la Biosfera Alto Bernesga, un tesoro de nuestro patrimonio natural que aguarda con sus puertas abiertas a exploradores, soñadores y guardianes de la naturaleza.